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El pasado día 23 de octubre se desarrolló en la sede del Consejo Económico y Social de Castilla y León el IV Foro Social del Grupo de Enlace, “ Conversaciones sobre la Europa Social”, donde se compartió la experiencia y trabajo de las diferentes organizaciones que lo conforman y entre las que se encuentra la Federación ASPACE Castilla y León.
Nuestro compañero Juan José García Fernández, director de centros de ASPACE Salamanca, tuvo la oportunidad de intervenir en este evento visibilizando la parálisis cerebral y las grandes necesidades de apoyo. Con consignas como “parece que el colectivo de personas con grandes necesidades de apoyo viajase en un furgón de cola, lejos del furgón del acceso a los logros en el que viaja el resto de la sociedad” trata de poner en la palestra la invisibilidad sufrida por este colectivo y la deuda pendiente de las instituciones con el mismo.
Juan José analiza la situación actual y expone la necesidad de poner el foco en las capacidades, dejando así de ver a las personas con grandes necesidades de apoyo como un conjunto de limitaciones. Además, con su discurso pretende reivindicar la ausencia de consideración a la heterogeneidad, que unida a la falta de conocimiento por parte de los profesionales, crean el cóctel perfecto para una atención deficitaria. Propone una verdadera atención a las particularidades de cada persona, así como al proceso de cambio que sufre a lo largo de su ciclo vital y a como este pueda afectar a sus necesidades, requerimientos e intereses. En concreto, Juan José nos habla de la variabilidad de la parálisis cerebral e invita a considerar que, el enfoque desde el que se aborde la afectación individual y las condiciones personales de salud de cada persona condicionará las atenciones que esta reciba, lo que influirá de manera directa en su desarrollo vital, integridad física y calidad de vida.
Es por ello que, para adecuar la atención a las necesidades del colectivo, propone los siguientes objetivos: revisar los instrumentos de identificación y evaluación, mejorar la respuesta a los retos que presenta el proceso de envejecimiento, adecuar los ratios de personal y la formación de los mismos y realizar una mejor división de los centros de atención en función de las singularidades.