

En el marco del proyecto “Árbol de los derechos” dedicamos el mes de agosto al
, el pilar fundamental que sostiene el ejercicio pleno del resto de los derechos de las personas con discapacidad.
¿Qué es el derecho a la vida independiente?
El derecho a la vida independiente es el derecho de toda persona con discapacidad a elegir libremente cómo quiere vivir su vida, con los apoyos necesarios para hacerlo en igualdad de condiciones que las demás personas.
Vivir de manera independiente significa tener el poder de tomar decisiones sobre la propia vida y participar activamente en la comunidad, con los recursos y apoyos adecuados. Esto incluye decisiones tan importantes como:
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Dónde y con quién vivir.
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Cómo organizar su día a día.
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Qué actividades realizar (formación, trabajo, ocio…).
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Qué apoyos necesita y cómo quiere recibirlos.
Este derecho está reconocido en el Artículo 19 de la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de la ONU, y supone un cambio profundo: dejar atrás modelos asistencialistas o institucionales y avanzar hacia un modelo centrado en la persona, su autonomía y su proyecto de vida.
Durante décadas, muchas personas con discapacidad han sido privadas de este derecho. Institucionalizadas, apartadas, tratadas como eternas dependientes. En ASPACE trabajamos para revertir esta realidad, impulsando modelos de apoyo centrados en la persona, fomentando proyectos de vivienda inclusiva, remarcando la importancia de la asistencia personal, promoviendo la toma de decisiones y acompañando a cada persona en la construcción de su proyecto de vida.
La vida independiente, la asistencia personal y la desinstitucionalización forman un trinomio inseparable que apunta en una sola dirección: una sociedad en la que todas las personas, con o sin discapacidad, puedan construir su propia vida, decidiendo con libertad, apoyos y dignidad.
Este mes, el Árbol de los Derechos florece con fuerza recordándonos que todas las personas, con o sin discapacidad, tienen derecho a vivir su vida como deseen. Reivindicamos una sociedad que no imponga, sino que acompañe. Que no decida por ti, sino que te escuche. Que no limite, sino que apoye.