

Los días 26 de septiembre y 10 de octubre se han llevado a cabo las dos sesiones de la formación “Intervenciones positivas ante los problemas de comportamiento”, que puso el broche al Plan de Formación anual de la Federación ASPACE Castilla y León.
Esta propuesta reunió a profesionales de las diferentes entidades ASPACE de la Comunidad con un mismo objetivo: comprender mejor las conductas problemáticas para acompañar desde el respeto y la mejora de la calidad de vida
Un inicio para ponerse en el lugar del otro
La formación, de ocho horas de duración repartidas en dos sesiones presenciales, estuvo dirigida por María Victoria Martín Cilleros, doctora en Psicología e investigadora del Instituto Universitario de Integración en la Comunidad (INICO). Su trayectoria se ha centrado en el estudio de los problemas de comportamiento en personas con discapacidad, tema central del curso.
El primer día comenzó con dinámicas grupales diseñadas para que los participantes se pusieran en la piel de las personas con discapacidad, explorando las dificultades a las que se enfrentan en su día a día. A través de estas actividades, se promovió la reflexión compartida sobre cómo los principios del Apoyo Conductual Positivo (ACP) pueden aplicarse para mejorar los entornos y relaciones de apoyo.

Aprender desde la práctica y la prevención
El Apoyo Conductual Positivo es una metodología que busca comprender las conductas problemáticas como formas de comunicación, ofreciendo respuestas centradas en la prevención, el respeto y la enseñanza de alternativas funcionales y positivas.
Durante el segundo día de formación, los asistentes participaron en juegos y ejercicios prácticos centrados en la planificación de estrategias de intervención. Se profundizó en tres niveles de actuación:
- Prevención general, para promover entornos positivos.
- Acciones dirigidas a grupos de riesgo, que anticipan posibles dificultades.
- Estrategias intensivas e individualizadas, aplicadas ante conductas más graves.

Un aprendizaje compartido para transformar los apoyos
Esta experiencia formativa resultó enriquecedora y transformadora, reforzando la idea de que las conductas problemáticas no son el problema, sino una forma de comunicación que nos invita a comprender mejor las necesidades de cada persona.
La iniciativa no hubiera podido ser posible sin el apoyo de la Consejería de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León a través de la subvención nominativa.
Seguir aprendiendo juntos es la mejor manera de construir entornos donde todas las personas puedan desarrollarse plenamente.



